En lo que respecta a reglas sobre juegos de azar y casinos en línea, no se puede negar que Bolivia está en una situación anticuada, en especial si se compara con las legislaciones más modernas vigentes en otros países. Para comprender un poco la situación, basta con considerar que la apertura del primer casino autorizado se remonta apenas al 2014. La ley que actualmente regula el sector de los juegos de azar en Bolivia, en cambio, es del 25 de noviembre del 2010: Ley de Juegos y Loterías de azar, cuyo rol se ha vuelto relevante sobre todo a partir del 2016, que es el año en el que la Autoridad de Fiscalización del Juego recibió los poderes necesarios para tomar medidas sobre los casinos a nivel nacional. La ley en cuestión dispone en su artículo 14, la obligación de obtener una licencia gubernamental para los casinos que quieran iniciar su actividad en Bolivia.

Estas regulaciones mencionadas se refieren también a los casinos en línea, para los cuales existe la obligación de cumplir con la Ley de Juegos y se aplican, así mismo, a los casinos extranjeros que quieran ofrecer sus servicios a los usuarios bolivianos. Esta distinción es muy importante ya que la mayor parte de las salas de juego en línea presentes en el mercado boliviano están en manos de extranjeros o tienen su sede en el exterior. El problema es que estas leyes, originalmente, fueron escritas pensando principalmente en los casinos físicos, por lo tanto, necesariamente contienen lagunas. En todo caso, aunque no haya una ley que regule de manera específica este fenómeno, en Bolivia los juegos de azar por internet son perfectamente legales, y en caso de controversias, los usuarios están protegidos por la ley y pueden reclamar el cumplimiento de sus derechos a la ya citada Autoridad de Fiscalización del Juego.